Intervención del PIF
El proyecto presenta la investigación basada en el Servicio Social Investigación de la educación sobre enseñanza de la historia contemporánea. Se hace un recuento sobre la normatividad de la ENAH para la titulación por medio de la opción Organización e integración de archivos. La norma fue creada por el Reglamento para las Licenciatura de 1995. Su instrumentación se logró en 1997 cuando el Consejo Académico la acordó. En 1998 fue introducido un documento apócrifo que se llama instructivo que deformó los acuerdos iniciales al introducir normas absurdas que deformaron el acuerdo inicia. Se definió mal que el Informe del que hablaba el acuerdo de 1997 era un catálogo, se precisó un tope mínimo de 1,500 fichas, así como que se debía agregar una introducción de 60 cuartillas. Este documento pasó a aplicarse para toda la escuela, cuando la Subdirección de Investigación reunión a los Jefes de carrera, lo que no es una instancia legal que tuviera facultad para ello, y tomó el instructivo para todas las Licenciaturas.
Esta situación trajo por consecuencia la reducción de los Informes por Organización e Integración de archivos a un catálogo, lo que anula dos fases previas de la organización como es el de la elaboración de guías e inventarios, así como el trabajo de integración y ordenación de archivos respetando las normas internacionales. Se contrapone al acuerdo de 1997.
También deformó el acuerdo inicial al imponer un tope mínimo de 1500 fichas y al establecer media tesis o 60 cuartillas, cuando el acuerdo habla de una pequeña introducción que sirva para introducir al usuario en el uso del informe.
El llamado instructivo además introduce una serie de peticiones absurdas que se producen en el desconocimiento más absoluto de las normas de los archivos. Pide por ejemplo que el alumno haga una análisis de validez de los documentos, cuando la norma internacional y nacional de archivos no podría integrar un documento al archivo que no cumpliera con esta condición. La diplomática es un trabajo especial que en sí mismo podría ser una opción más de la titulación pues se trata de un peritaje especializado.
Según los manuales de las instituciones de educación superior que organizó la UNAM señala que estas instituciones son las encargadas de velar la protección y defensa del patrimonio documental que forman parte del patrimonio nacional. Tienen la obligación de preservar, custodiar y difundir los documentos al margen de los prejuicios.
El PIF se ha tropezado con un conjunto de normas que obstaculizan el trabajo como se señaló en esta mesa redonda. El Instructivo dificulta y pone trabas al desarrollo del trabajo de Organización de Archivos.
No enfrenta la diversidad de situaciones a la que nos enfrentamos al hacer este tipo de trabajo. No es lo mismo un archivo totalmente organizado y clasificado al que sólo hay que realizar un instrumento de consulta o catalogación; que un archivo que estando inventariado se tenga que organizar y clasificar para guardarlo en cajas; o un fondo documental que esta en cajas y que requiere por lo menos un inventario.
En otras instituciones no existen topes mínimos de fichas, para ello se dan ejemplos de trabajos elaborados en la UNAM y el Colegio de México. Las 1,500 fichas rompen la integralidad del archivos al agregar o segmentar los acervos. No existe una referencia real hacia las llamadas 1,500 fichas en la UNAM, pero se suele citar de manera falsa.
Es absurda la solicitud del mencionado instructivo al solicitar la validación de c/u de los documentos del AGN, Fondo México o Fondo reservado de la UNAM. Es tan inoperante que no se cumple.
También es absurdo que se soliciten 60 cuartillas para la introducción bajo el criterio de que debe aumentarse el esfuerzo porque se considera que el catálogo es un trabajo "fácil", o más "sencillo" que una tesis. Es como medir esfuerzos en papel, lo que es incongruente en relación a la presentación de catálogos de más de 2 mil páginas a las que se agregan las 60 del supuesto "estudio" introductorio que debe contener, según este "Instructivo" una historia institucional, una historia de los personajes, además de índices tipológicos y analíticos.
Lo curioso es que los sistemas de clasificación como la ISAD(G) no aparecen en el instructivo, lo que deja al alumno y al profesor el criterio de organizarlo o clasificarlo, sin tener las normas internacionales.
Se hace la pregunta: ¿Cualquiera pude dirigir un catálogo? En las discusiones nos tropezamos continuamente con colegas que no tienen la más mínima información sobre las normas internacionales de procedencia o la ISAD(G) y sin embargo se les permite dirigir a los estudiantes en la integración. Intervienen en la instauracion de normas quiénes en su vida han dirigido un catálogo. Por lo que ese necesario que se pida una capacitación básica para quienes tengan que dirigir este tipo de trabajos.
Se hacen un conjunto de propuestas:
* Se debe señalar en qué consiste el catálogo.
*La ACADEMIA de las Licenciaturas puede delinear de nuevo los parámetros de acuerdo a la normatividad de la ENAH.
Se debe quitar el requisito de las 1500 fichas y dejar al Director, asesores y al archivo la determinación de la dimensión de la unidad documental. Que el Director las determine.
Se debe quitar las 60 cuartillas, y dejar a la dirección las partes que debe conformar el estudio introductorio. Incorporar la norma ISAD(G).
Que se permita hacer Informes por Inventarios de archivos respetando las normas internacionales.
Se deben desarrollar Informes por ordenación de archivos guardando principio de procedencia.
Se debe eliminar la validación de los documentos en los catálogos.
Se debe fortalecer esta opción como una norma que fortalece la protección del patrimonio cultural del país.
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